Especialidad de los Pirineos Orientales, su escasa notoriedad a escala nacional es un rompecorazones, dada su calidad y rareza.
Clara, sutil y delicada, es muy apreciada por los apicultores y los amantes de la miel de montaña.
Puede presumir de ser un "alicamento", ya que tiene muchos beneficios, y es muy apreciada en apiterapia, un imprescindible en su cocina, ¡dulzura en cualquier momento!